5 nov 2004

citroen azul

He ido guardando como en un archivo (muy a mano, eso si) todos los datos que he recogido de ti en la distancia.

Recuerdo la primera vez que te vi recostada en una barra con una cerveza en la mano a las cuatro de la tarde, no es raro en esta ciudad, también yo estaba aun sin comer y con una sonrisa cervecera de oreja a oreja. En ese momento ya no me importaron las conversaciones ni los danzantes que rodaban a mi alrededor, como si de un foco del teatro se tratara, un pasillo de luz entre mis ojos y tú, pasó a ocupar toda la atención de la escena. Ya te bauticé en aquel momento, es la mujer de mi vida, dije para mi, aunque creo que quizá un poco alto pues algunos giraron en torno a su eje sobre el taburete para mirarte, tu fingías no darte cuenta

A partir de ese día te descubro de vez en cuando en caras que se cruzan conmigo por la calle, a veces al girar una esquina, hay una silueta que pareces tú, y yo no miro dos veces para cerciorarme porque prefiero pensar que te he visto, y que hay algo como mágico que está acercando nuestros mundos.

Un día te vi , en un paso de cebra, dentro de un citroên azul, desde entonces esta ciudad, está llena de coches azules detrás de cada esquina.

1 comentario:

  1. bu- bum, bu-bum, bu-bum... Es un post latido :) Es la primera vez que te comento pero a veces te leo. Gracias por dejarme ánimos con lo de mi padre.

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