Hay tantos tipos de madres, como madres hay en el mundo y reducirlo todo a un estereotipo hace que cuando no coincide exactamente con nuestra realidad nos quedemos sin referentes. Tendríamos que desechar esas ideas preconcebidas sobre la madre dulce, entregada y abnegada si queremos avanzar como sociedad, pasa igual que con el amor romántico y el principe azul.
Aprovecho para recomendar unas lecturas:
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