"Vive sencillamente, para que otros sencillamente puedan vivir"
Con la luz tan mágica que se quedó después del chaparrón y el granizo que me cayó encima, leer esta frase en la puerta de Caritas de Cuenca me dejo pensativa y con la mente en blanco y tranquila a la vez...
Ay, qué frase más sabia y que luz y que foto más bonitas...
ResponderEliminarTanto la foto como la frase, embaucan.
ResponderEliminarLeí ayer este post tuyo y hoy en el metro me acordé de él, por la frase.
ResponderEliminarTe parecerá una chorrada, pero cuando veo cada mañana como la gente se cuela disimuladamente o cómo (casi) nadie es capaz de ceder el paso al entrar o salir de los sitios, y cómo corren por ponerse unos delante de otros en las escaleras, siento que vivimos en un egoismo absurdo. A veces me enfado incluso.
Y me acordé porque precisamente tu frase me despierta todo lo contrario aunque, por desgracia, lo veo como una absoluta utopía.
A mi siempre me educaron en que no pasa nada por dejar a otro que pase delante...