Un blog se escribe desde donde se vive, a veces un quinto sin ascensor, la cola del paro, las musarañas o los desengaños. En la felicidad se escribe menos, pero se vive más, tampoco es siempre así, ni todo lo contrario. Tampoco siempre se escribe desde la distancia adecuada.
5 sept 2010
Sabanas rosas
Me siento como un chupachus dentro de las boca de mi cama. Sudando, sin parar de dar vueltas, consumiéndome y por la mañana la cama escupe el palo de hueso blanco hueco y sin caramelo.
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