Un blog se escribe desde donde se vive, a veces un quinto sin ascensor, la cola del paro, las musarañas o los desengaños. En la felicidad se escribe menos, pero se vive más, tampoco es siempre así, ni todo lo contrario. Tampoco siempre se escribe desde la distancia adecuada.
27 may 2010
de puente
Ropa estendida por todos los radiadores de la casa, Manfiesto Desastre, más alto de lo normal para saltar sobre el sonido de la silkepil y de los truenos que iluminan intermitentemente la habitación.
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