Un blog se escribe desde donde se vive, a veces un quinto sin ascensor, la cola del paro, las musarañas o los desengaños. En la felicidad se escribe menos, pero se vive más, tampoco es siempre así, ni todo lo contrario. Tampoco siempre se escribe desde la distancia adecuada.
20 mar 2009
Nuestro amor nació muerto, como aún no olía mal lo sacamos en un cochecito a pasear Nuestras caras sonrientes asomadas y el niño muerto mirándonos con sus ojos vacíos
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