Hay calcetines que se quedan al fondo del cajón y nos lo ponemos sólo cuando tenemos todos los demás sucios o una maleta para muchos días ya preparada. Nos damos cuenta, con ellos puestos, que tienen algún agujero, están raídos, nos aprietan insufriblemente los gemelos o acaban comidos alrededor de los tobillos, cuando llevamos botas. Y mientras me decidía a pasar del agujero o dejármelos puestos, pensaba si no pasará un poco igual con los amigos.
Todo son similitudes, diferencias y puntos de vista. Depende de cuanto te gusten los calcetines, al final te los dejas e incluso te olvidas del agujero o de lo que te aprietan.
ResponderEliminarClaro que todo depende del punto de vista, o si me apuras, de con qué pie te levantas esa mañana! el caso es que los calcetines siguen en el cajón, por algo será. ;)
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