Me despierto con el ceño fruncido y desayuno casi con los ojos entornados, pero cuando poco después miro por la ventana tengo un regalito esperándome, de esos que no se pueden pagar con la master card, he estado un rato embobada hasta que me ha dado por coger la cámara de fotos para "inmortalizarlo". Así que me visto y me dispongo a empezar a fluir por este viernes que se presenta estupendo.
Ah, siempre he querido trabajar en un taller, con mis manos, tocando el material directamente, pues hoy, voy a tener ración doble, primero cerámica, y después madera, he empezado las clases de ebanistería, y ¡¡¡pintan bastante interesantes!!!
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