Un blog se escribe desde donde se vive, a veces un quinto sin ascensor, la cola del paro, las musarañas o los desengaños. En la felicidad se escribe menos, pero se vive más, tampoco es siempre así, ni todo lo contrario. Tampoco siempre se escribe desde la distancia adecuada.
24 nov 2010
Abrazo
No recordaba la sensación grasienta de modelar plastilina en las manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario