Un blog se escribe desde donde se vive, a veces un quinto sin ascensor, la cola del paro, las musarañas o los desengaños. En la felicidad se escribe menos, pero se vive más, tampoco es siempre así, ni todo lo contrario. Tampoco siempre se escribe desde la distancia adecuada.
13 oct 2010
Los cuerpos, después del amor, huelen a alma.
Alguien colocó justo ahí el papel, yo solo lo fotografié. De eso, hace casi dos años.
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